En medio de dificultades e incertidumbre es un gran desafío mantener la capacidad de adaptación y nuestro bienestar. Sin embargo, aunque la vida laboral, doméstica y social estén siendo exigidas fuertemente, existen mecanismos que nos pueden ayudar a sobrellevar esta situación.
Desde el punto de vista del modelo de los tres sistemas de regulación emocional, de Paul Gilbert (2014)*, y desde la mirada de la Terapia Centrada en la Compasión, nuestro cerebro contiene, como mínimo, tres tipos principales de sistemas de regulación emocional, cada uno diseñado para hacer cosas distintas:
Enfocado hacia el autocuidado, empatia, calidez y amabilidad. Se relaciona con sentimientos de calma, confianza y seguridad, asociado con la produccion de ocitocina y endorfinas.
Enfocado hacia la seguridad, lucha, huida y protección. Se relaciona con sentimientos de miedo, ira, inseguridad y ansiedad, asociado con la produccion de adrenalina y cortisol.
Enfocado a conseguir metas, desafios y competir. Se relaciona con sentimientos de logro, avance y deseos, asociado a la produccion de dopamina.
Podemos ayudarnos a recuperarnos en periodos de alto estrés, no aislarnos y fortalecer nuestro sistema de calma y afiliación de modo gradual y preventivo, podemos utilizar practicas que potencien el bienestar y la resiliencia individual e interpersonal. Lo interesante es que se ha visto que el Sistema de Calma y afiliación, es una especie de regulador interno del Sistema de Amenaza y de Logro.
Te invitamos a esta pausa simple para comenzar a cuidar de ti y potenciar tu Sistema de Calma, tu bienestar y autocuidado en tiempo dificiles.
Ps. Clínica – Facilitadora Programa Reducción de estrés Mindfulness – UMASS (MBSR)
*Gilbert, P. (2014). Terapia centrada en la compasión. Editorial Desclée de Brouwer.